El aislamiento es uno de los factores más importantes en el desempeño de cualquier horno. Ayuda a maximizar la eficiencia energética y evitar la pérdida de calor, de lo contrario, un horno que no cumpla con esta característica, tardará demasiado tiempo en alcanzar la temperatura necesaria, lo que provocará atascos y demoras. Conocer y elegir un correcto material aislante térmico para hornos, puede marcar la diferencia entre una producción eficiente o un desperdicio valioso de recursos.
¿Qué es un aislante térmico para hornos?
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Los hornos son uno de los equipos más utilizados en las industrias, pero su desempeño no está exento de problemas. Una de las deficiencias más comunes es el desperdicio térmico, que puede afectar la producción y el presupuesto. Dependiendo del proceso industrial en el que se usen, puede ser necesario calentar a altas temperaturas (fusión) o bajas temperaturas (soldadura). Sin embargo, su eficiencia depende del aislante térmico con el que cuente.
Un aislante térmico para hornos tiene como objetivo central, reducir la transferencia de calor del horno hacia el exterior del mismo con el fin de conservar la energía calórica dentro de este, impidiendo que traspase los separadores del equipo y logrando mayor eficiencia en el gasto de combustible. Se encargan de proteger al ambiente exterior del horno de las altas temperaturas que se generan dentro y que lo pueden llegar a dañar.
Materiales aislantes
El aislamiento térmico para hornos debe ser adecuado, seguro y confiable. La selección del material para la estructura del horno y su aislamiento es muy importante para obtener una vida útil razonable, costos operativos bajos y un buen rendimiento en su funcionamiento. Pueden ser producidos en una gran variedad de materiales y gracias a su gran resistencia al calor y sus propiedades insulares evitan pérdidas de calor en el interior del horno. Algunos de ellos son:
Fibra cerámica
Una de las opciones más destacadas en el mercado es la fibra cerámica. Este producto está fabricado a partir de sílice y alúmina. Gracias a su composición, ofrece altas resistencias mecánicas y baja conductividad térmica, permitiendo calentar y enfriar más rápido, ya que no almacena calor, lo que nos brinda una mejor respuesta.
Ladrillos refractarios
Son un tipo de aislamiento térmico para hornos que se fabrican para soportar altas temperaturas durante períodos prolongados. Su material aislante, de mayor dureza y densidad, hace que posea una mayor resistencia mecánica, almacenado más calor, por lo que su respuesta ante cambios de temperatura es más lenta. Son utilizados principalmente para la construcción y revestimiento de hornos rotatorios de cementeras, barbacoas y estufas. Además, podemos encontrar dos tipos distintos de ladrillo refractario, dependiendo de sus materiales: Ladrillo refractario de sílice y de alúmina.
Fibra de vidrio
La fibra de vidrio es un excelente material impermeable que permite reducir los costes energéticos mientras brinda máxima protección contra los extremos del clima. Compuesta por hebras delgadas hechas a base de sílice o filamentos de vidrio muy finos, que son capaces de adaptar diversas formas como mallas, tubos o varillas.
Perlita expandida
La perlita expandida es un material no combustible perteneciente a la familia de los silicatos naturales expansibles que se utiliza como aislantes térmicos por sus características intrínsecas. Posee una baja conductividad térmica y alta resistencia al calor, expandiéndose a altas temperaturas hasta 20 veces el volumen inicial.
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